Conocer los colores que nos favorecen y los cortes que estilizan nuestra figura suma puntos a nuestra personalidad y nuestro talento. Es importante el autoconocimiento, pues a partir de él podemos determinar cómo proyectamos seguridad y confianza para nuestros prospectos. No se trata de atraer a nuestro interlocutor con fines personales, si no de lograr transmitirle los valores de nuestra empresa, así que debemos lucir profesionales, confiables, seguros y accesibles.
No todos contamos con una formación en imagen pública, así que resulta conveniente contratar los servicios de asesores que puedan orientarnos sobre nuestras fortalezas, con base en nuestros propósitos y actividades. Esta inversión nos redituará excelentes resultados.
¿Si tu fueras tu cliente qué impresión tendrías de ti?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario