Hoy, 5 de diciembre de 2013, el mundo se estremeció ante el fallecimiento de uno de los grandes pensadores
contemporáneos que vivió una vida íntegra y congruente con su propósito de
vida. No temió perder ni su libertad o su vida en aras de una visión y una
misión que trascendía a su limitada humanidad: Nelson Mandela.
Datos sobre su biografía, hay vastos,
sin embargo lo que resulta muy inspirador es precisamente su congruencia, pues
su sentir, su pensar, su hablar y su hacer fue el mismo cuando comenzó su movimiento
de protesta, que cuando estuvo en la cárcel o siendo presidente. Y fue esa
congruencia la que marcó su vida, la que le permitió superar los obstáculos
culturales y raciales hasta establecer la democracia en Sudáfrica,
convirtiéndose así en un parte aguas para su nación y para una sociedad
contemporánea que aún se ve limitada por la incapacidad de superar los
prejuicios del color de piel, de género, credo o nacionalidad.
Su vida fue y es una leyenda. Una
inspiración, pero no nos perdamos en lo romántico de la historia, aprendamos a
adoptar lo que dejó como legado. Podemos conmovernos hasta la lágrima por
conocer sus sufrimientos y su lucha, pero ésa fue su misión, y nosotros ¿qué
hacemos con respecto a la discriminación de los indígenas? ¿cuál es nuestra
posición frente al bullying? ¿y qué hay del maltrato infantil?
Más que rendir un minuto de aplausos
o expresar sentidas frases de condolencia por su partida, tomemos lo que dejó
su vida, aprendamos que la reconciliación con nuestros adversarios es una
muestra de madurez y de libertad. Participemos activamente en esta labor y
prolonguémosla a todas las áreas de vida. Sólo así podremos decir que su vida
nos impactó.
Ciertamente, su vida es una leyenda,
y nosotros decidimos que se quede en una leyenda o en una herencia que se viva
y se respire.
Todos soñamos con los ojos abiertos. Cuando evocamos al anhelo que
entusiasma a nuestros ser, y pensamos qué sentiríamos al ver concretado
nuestro deseo, invariablemente, se escapa de los más profundo de nuestra
alma un suspiro cargado de esperanza, pero si lo dejamos ir sin atrapar
la esencia que lo constituye, entonces no deja de ser un sueño
inalcanzable, un pensamiento al cual recurrimos en nuestras horas muertas.
Un día, cuando el hastío de lo habitual, de realizar las actividades
que se enmarcan en lo común, en lo que todos hacen, en lo que no ofrece
ningún reto para nuestra vida, como una semilla que guarda en su
interior una visión inmensa, surge dentro de nuestra mente una idea, una
enorme, incontenible e indomable idea que pasea en nuestra mente,
aplasta pensamientos intrascendentales y no se conforma con las horas
muertas de la evocación. Es entonces cuando el camino se estrecha y no
hay opción: es indispensable hacer vívida la idea. Es vital
materializarla, pero a medida que avanzamos en pos de ella, ésta crece,
se convierte en un huracán que arrebata todo: dudas, temores,
cuestionamientos, y sólo deja lugar a una pregunta que se repite una y
otra vez ¿Qué puedo hacer para conseguir…?
Cada vez que nos
cuestionamos en qué manera podemos obtener cada elemento que materializa
a nuestra idea, nuestra creatividad se activa, echando mano de la
imaginación, de nuestros talentos, nuestras destrezas y nuestros
conocimientos, lo que nos permite crear instrumentos nuevos, a la medida
de cada situación. Pero lo más grandioso de esta aventura es que
involucra a esa materia divina, sobrenatural que tiene el poder de
transformar las circunstancias, más juega con nosotros escondiéndose en
lo cotidiano, en lo de siempre, donde consideramos improbable hallar
una pieza trascendental: en la calle, en un puesto de ropa, en la
“casual” confusión de calles y direcciones, guiando nuestros pasos a un
encuentro relevante: conocer a alguien, conseguir un teléfono, una
imagen, un instrumento específico; entonces descubrimos que no obedece
al azar: es la confabulación de la energía de Vida que nos respalda en
nuestra misión de hacer tangible nuestra idea, y así comprendemos que lo
que soñamos es mucho más que es una evocación, es el propósito de vida.
Cuando descubrimos quiénes somos y para qué nacimos, entonces tenemos
la certeza de que sin importar las circunstancias, alcanzaremos nuestra
misión. Nos sentimos en la total libertad de soltar las cadenas de lo
convencional para trazar caminos nuevos donde no había sendas, y nuestra
seguridad radica en que los días serán suficientes para concluir la
obra. Nada nos detiene.
Un día como hoy, una semilla divina
surgió en una mente brillante y creativa que abrazó el sueño para
hacerlo una razón de vida. El poder de esa visión trascendió y se alojó
en el corazón de otras personas que hicieron suyo el sueño, y así nació y
tomó forma en una empresa con sensibilidad: GRAPHOS COMUNICACIÓN CREATIVA.
Quienes formamos parte de esta aventura agradecemos
el voto de confianza de nuestros clientes, que hoy son amigos
entrañables, y de quienes nos obsequian su atención en nuestros textos,
que son humildes reflexiones que lanzamos a la nube. Muchas gracias.
El Product Placement o
emplazamiento de producto en el cine es un recurso mercadológico muy
efectivo que ha rescatado a más de una marca de la quiebra, por
mencionar uno de los casos más conocidos es Reese´s Peaces, que a partir de su participación en la exitosa película E. T. no sólo se salvó de
desaparecer, sino que incrementó sus ventas en un 80%, mostrando la
efectividad de esta modalidad de Mercadotecnia BTL.
Hoy en día
el Festival de Cannes se premia la creatividad del Product Placement,
estimulando la mancuerna entre mercadólogos, empresarios y realizadores
de cine, entendiendo que hay un beneficio
para todas las partes. Mucha de la visión compartida depende de la
dinámica comercial en que se realizan estos convenios comerciales, su
legislación y su aplicación.
En México su uso es incipiente, pero podemos contar algunas películas
que son parte del Nuevo Cine Mexicano: Sexo, Pudor y Lágrimas (Antonio
Serrano, 1999); Amores Perros (Alejandro González Iñárritu, 2000); La
Última Noche (Alejandro Gamboa, 2005); Rudo y Cursi (Carlos Cuarón,
2008); Labios Rojos (Rafa Lara, 2011); Chiapas, el corazón del café
(Alejandro González Padilla, 2012), por mencionar algunas. Y sin
embargo, aún son pocas las marcas que se atreven a apostar por el cine
como una propiedad mercadológica, pues no conocen sus características,
su poder de penetración y su conveniencia económica con respecto a los
medios ATL.
Es común confundir al Product Placement con el
Artículo 226 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, que permite que las
empresas destinen sus impuestos a la producción cinematográfica, lo cual
es un grave error pues para obtener su beneficio, la productoras suelen
pasar por un viacrucis tramitológico. El Product Placement, en cambio,
es un acuerdo comercial que beneficia a la marcas al posicionarlas en
un escaparate ideal para lograr memorabilidad en sus clientes y
prospectos, generando mayores impactos y por más tiempo: el cine no
caduca y tiene más de una ventana de exhibición: desde las salas de cine
hasta el internet, lo que multiplica los impactos y por lo tanto, sus
ventas. Las productoras cinematográficas se benefician al usar al
Product Placement pues es una ventana de venta previa a la exhibición
de las películas, por lo que es una ganancia anticipada. Por su parte,
el espectador puede disfrutar de una mejor calidad de cine, en
contenidos y efectos, que harán valer cada peso pagado por boleto.
El Product Placement en México, como en otros países, es el juego donde todos ganan.
PRODUCT PLACEMENT EN LAS TELENOVELAS
Poco a poco, marcas y
productores, van apreciando más las bondades mercadotécnicas y
comerciales del Product Placement. Ya hemos hablado del caso del cine en
nivel nacional e internacional. Pero en realidad esta herramienta es
aplicable para todo producto cuya intención sea entretener o divertir,
por lo que podemos encontrarlo en música, libros, pinturas, y por
supuesto, la televisión, y en cada caso se aplican diferentes dinámicas,
pero su potencial radica en la cantidad de impactos que puede generar,
que en términos generales es lo que será de interés para las marcas que
lo utilizarán para obtener nuevas propiedades mercadológicas.
En el caso específico de la televisión, en Estados Unidos, el uso del
Product Placement es muy socorrido. Una de las series más exitosas que
hacen un uso excelente de él es Dr. House, y cuenta con una peculiaridad
que merece mencionarse: el protagonista en antihéroe pues si
recordamos, estamos hablando de un personaje ácido que posee muchos
problemas, pero su personalidad y destreza le coloca como un personaje
admirable.
En México su puede y debe mejorar: más que Product
Placement, encontramos comerciales dentro de la trama con emplazamientos
forzados que rompen con la narrativa visual. Recordemos que una de las
características del Product Placement es que las marcas deben aparecer
de forma natural, y su participación debe dar realismo y credibilidad a
la historia, creando cercanía e identificación entre los personajes y el
público. Para un mejor resultado es necesario cambiar la forma de
producir las telenovelas, tomando en cuenta desde la preproducción la
participación de las marcas, con qué personajes estarán ligados,
cuidando que posean los valores de las marcas y su uso sea natural.
En México, a diferencia del resto del mundo, la Muerte no es un
concepto trágico y solemne, más bien, está más cerca de la fiesta, de un trato
cordial y divertido, que podría considerarse irreverente o arrogante. Sin
embargo, es en realidad la herencia cultural de tradiciones prehispánicas, las
cuales se comparten de norte a sur y de oriente a poniente, con las variaciones
propias de cada etnia ancestral, pero el común denominador es que la fecha establecida para celebrar a los muertos se coloca altares en honor a quienes han fallecido, donde se colocan sus fotos, velas, platillos y bebidas que envida disfrutaran. Esto como parte de una creencia que establece que el 1 y 2 de
noviembre, los espíritus de quienes han partido vuelven para disfrutar lo que
tanto les agradaba, y poder ver a sus seres amados. En algunas poblaciones nosólo se ponen los altares, sino que se adornan las calles con los pétalos de
las flores de muerto y veladoras para que dichos espíritus no se extravíen. En
cierta forma es impregnarle un poco de vida a la muerte, dándose la oportunidad
de celebrar lo que no hay forma de evitar: morir.
Aunque estas tradiciones han sido legadas de generación en generación,
en los últimos tiempos se ha adoptado en México la festividad anglosajona del Halloween, consistente en celebrar fiestas animadas donde la gente se disfrazae incluso los niños salen a pedir dulces y asustar a los amigos y vecinos. Más
esta celebraciónes una deformación de
una festividad que data de hace 3000 años que practicaban los Celtas, un pueblo
guerrero ocupaba regiones de Irlanda, Escocia, Inglaterra y Francia; esta
ceremonia se llevaba a cabo el 31 de octubre, y se conocía como Samhain, que
tenía un carácter religioso y purificador, de manera no era divertido ni
alegre, especialmente porque los ritos incluían sacrificios humanos, de las
poblaciones conquistadas, quienes eran obligados a tomar parte en sus ritos, so
pena de morir en sacrificio. Con la inmigración de los anglosajones a Estados
Unidos, esta festividad se estableció, pero se combinó con otras creencias,
otras tradiciones como las de pedir dulce o truco, y las fiestas católicas.
Cómo todos sabemos el 27 de octubre del 2013 a las 2:00 horas debemos retrasar nuestros relojes ya que desde hace algunos años México ha adoptado el cambio de horario; en su momento fue una medida que generó diferencias de opinión entre la población, incluso generó controversias en niveles políticos. Sin embargo actualmente se ha hecho una medida bien aceptada por la mayoría de la población.
ORIGEN
Fue en 1784 cuando Benjamín Franklin –entonces embajador de Estados Unidos en Francia- propuso algunas medidas para generar un ahorro energético, mismas que compartió a través de una carta que fue publicada por el diario parisino Le Journal, y se trataba de 3 medidas generales:
1) Establecer un gravamen especial para aquellas personas cuyas cortinas impidieran el paso de la luz de sol a sus habitaciones;
2) Retomar el uso de velas, y
3) Hacer sonar las campanas de la iglesia para que todos los habitantes del lugar se levantaran a la misma hora.
En un inicio, la propuesta de Franklin se tomó como poco seria, sin embargo se reconsideró, ya que al iniciar los primeros experimentos de iluminación con gas y ver los grandes riesgos que implicaba su uso, se replantearon estas medidas, haciendo algunos ajustes, hasta que en 1974 se acordó el cambio de horario, extendiéndose en 70 países que hoy en día aplican este cambio.
CAMBIO DEL HORARIO EN MÉXICO
En 1996 México adopta el Horario de Verano, sin embargo, Sonora dejó de regirse por él debido a sus condiciones climatológicas, ciñéndose en cambio a la de Arizona, Estados Unidos, que no utiliza este horario. De esta manera, Sonora, Baja California y Baja California Sur empatan sus horarios al GMT-7, abriendo una diferencia de dos horas con respecto a México.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS QUE OFRECE EN EL HORARIO DE VERANO
Como todo en la vida, el cambio de horario ofrece ventajas y desventajas, las cuales anotamos a continuación:
Ventajas
• Se ahorra energía, pues durante el horario de verano se utiliza menos energía aprovechando las horas extra de luz solar para hacer las actividades de rutina.
• En el caso de los negocios, hay un incremento en las ganancias en los meses del horario de verano que en el resto del año. Esto se debe a que cuando las personas salen tarde del trabajo utilizan la luz de día para hacer compras, lo que suelen hacer en invierno.
• El Turismo y el transporte se benefician, pues las horas extras de luz hace que los turistas paseen más tiempo consumiendo diferentes productos y servicios propios de cada región, y para moverse de un lado a otro suelen transporte público, como camiones y taxis.
• En el rubro de la Salud, la ventaja radica en contar con más luz al final del día, dando la oportunidad a las personas de ejercitarse al aire libre.
• Por su parte, el ocio, es decir, la diversión y el entretenimiento se ven impactados de forma positiva, pues es posible la convivencia en lugares públicos, intensifica las actividades con amigos y familiares, beneficiando también a la economía local.
De acuerdo a fuentes oficiales del gobierno mexicano, el ahorro que genera el horario de verano, es de $1,365 millones de pesos.
Desventajas
• En las actividades del campo, los agricultores y ganaderos se quejan de que con menos luz en la mañana no pueden empezar su trabajo a tiempo.
• En cuanto a la Salud, el cambio de horario trastorna el sueño, además que equipos médicos como marcapasos, desfibriladores y monitores de glucosa también tiene que ser ajustados.
• En el tema Comercial, el cambio de un horario a otro provoca cambios y retrasos en juntas, viajes, facturación, emisiones de televisión, además de que se gasta dinero extra para reagendar todo las citas que por causa de este cambio se deben cancelar.
• En cuanto a los Servicios electrónicos, los cambios de horario pueden causar que los equipos electrónicos y las computadoras tengan errores se impactan negativamentea a los trabajos de los empleados, la productividad de las empresas e industrias.
• En el rubro de la Seguridad, quienes deben salir de madrugada de sus casas para sus trabajos o escuelas, deben hacerlo en la oscuridad, exponiéndose a situaciones desagradables como asaltos.
Religión, política y fútbol. Temas que no se deben tocar para no crear
polémica, pues cada cual tiene su posición y su elección. Sin embargo,
quien emita un juicio al respecto debe hacerlo con bases, conociendo del
tema para evitar emitir opiniones basadas en el prejuicio y no en el
conocimiento.
Y aunque no pretendo crear controversia, hablaré de fútbol. No
voy a enarbolar alguna bandera, ni diré que mi equipo es el mejor
–aunque lo es. Podemos afirmar que es uno de los temas recurrentes en
estas últimas semanas en los bares, en las oficinas, en los camiones, en
las salas de las casas y, por supuesto, en las redes sociales, no todos
los que hablan lo hacen con conocimiento de causa.
El fútbol es un
deporte que goza de muchos seguidores alrededor del mundo. Y son
aficionados que conocen las reglas, las técnicas y la complejidad de lo
que implica trabajar en equipo: desde crear una estrategia,
instrumentarla, aplicarla y modificarla en el campo de juego. Tiene
mucho de épico, pues los enfrentamientos en cada partido –especialmente
en eventos como los mundiales- se canalizan esos atavismos bélicos que
como especie tenemos, una forma contemporánea de conquista que exige una
preparación mental y física de los participantes.
Jugar fútbol,
entenderlo, nos permite disfrutarlo. Ése es el principio de un
aficionado. Y tiene una magia especial: unifica a los estratos sociales,
hermana a los doctores en ciencias y a los albañiles, hombres y
mujeres, así como adultos y niños. Sin embargo, hay que dimensionarlo
correctamente. Es un deporte que nos puede dar una disciplina para la
vida. Es una actividad lúdica que nos ofrece la oportunidad de crear
estrategias, que son parte de la conquista de los objetivos en la vida.
Es un pasatiempo que puede compartirse con amigos.
Pero también podemos hablar del fútbol como parte de una industria del entretenimiento,
también encontramos que es una fuente de ingresos importante que genera
empleos, desde la organización de torneos, hasta los negocios que se
benefician de los partidos: restaurantes, bares, tiendas de ropa y
calzado, agencias de publicidad, empresas de alimentos y bebidas, por
mencionar algunos. A pesar de todas estas implicaciones, no reposa
sobre él la estabilidad de un país, ni el bienestar social, tampoco es
una moneda de cambio con fines políticos. No es una preferencia propia
de gente inculta, ni exclusivamente masculina. Es fútbol, lo mucho o lo
poco que esto pueda significar.
Los opositores que hablan a la
ligera del fútbol y de sus aficionados deberían tomarse el tiempo para
conocer este deporte, sin prejuicios, sin posturas, abiertos a aprender,
y así forjar su propia opinión. Es muy probable que terminen
comprendiendo y compartiendo la pasión de patear un balón que tiene como
blanco un marco resguardado por un fiero guardián que no mide peligro
ni dolor cuando se trata de defender ese trozo de mundo, que por 90
minutos es su reino.
Inspiradoras, rebeldes, guerreras, desafiantes, visionarias y determinadas. Así se definen a las mujeres que dieron una nueva forma a la sociedad mexicana, una sociedad tan conservadora y tradicionalista, pero que a lo largo de su historia, todos sus capítulos hablan de la participación femenina en la transformación de nuestro país, ya para conseguir la independencia, ya para crear un nuevo orden de nación, y ahora para trazar nuevos caminos políticos, sociales, económicos y culturales.
El sencillo acto de votar en las elecciones políticas en cualquier nivel de gobierno podría no representar algo relevante, especialmente para las nuevas generaciones no se cuestionan este derecho legítimo que tiene por ser ciudadana, sin embargo, la conquista de este derecho celebra su aniversario 60 pues un 17 de Octubre de 1953 se reconoció esta garantía constitucional como resultado de una ardua lucha que llevaron a cabo mujeres con el deseo de contribuir a la construcción de una sociedad más abierta, incluyente y equitativa.
Mas el hecho de que haya sido la culminación de una batalla social y política, no significa que ahí haya terminado la lucha femenina en torno a sus derechos cívicos, pues hoy en día nuestro país escribe en los anales de la historia nombres de diputadas, senadoras, alcaldesas y gobernadoras, quienes no se conforman tan solo con votar: desean resolver la problemática de sus comunidades, de sus estados y del país en general.
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Si hay una ciencia que muestra cabalmente la igualdad entre los seres humanos, por encima de sus diferencias genéticas, es la Medicina, que busca preservar -y en su caso, mejorar- la salud de todo aquel que la requiere. Y no hay evento más cercano al milagro que el nacimiento de un nuevo ser humano.
La misión de todo médico se plasma en el legendario juramento hipocrático, que enfatiza los principios bajo los que todo galeno debe regirse:
“...No permitir jamás, que entre el deber y el enfermo se interpongan consideraciones de raza, religión, nacionalidad, de partido o de clase…” (Fragmento del Juramento Hipocrático, en su versión actual)
Ya desde el Siglo V a. de C.(siglo en que vivió Hipócrates) se pretendía superar la limitación del racismo, o mejor dicho, de la discriminación; por eso resulta aberrante ver cómo en pleno siglo XXI, encontramos casos tan indignantes en las que instituciones públicas, creadas para poner por obra lo que dicho juramento establece, en favor de aquellos que son menos favorecidos por las condiciones socio-económicas que imperan en México, los grupos vulnerables, como los indígenas son tratados de una forma denigrante, como el caso específico de la indígena que tuvo que dar a luz en el jardín de una clínica, toda vez que el personal disponible –pues hay que señalar que el hospital estaba en paro laboral- priorizó otras “urgencias” sobre la inminente llegada de un bebé en condiciones inaceptables.
¿Quién vive en la Isla de la Tranquilidad, donde todo es miel sobre
hojuelas y lo que despeina sus cabellos es el viento fresco de la
estabilidad? NADIE.
Desde que vemos la luz por primera vez
experimentamos un cúmulo de emociones: miedo por lo desconocido, ira
por perder la zona de comodidad y el dolor, y confusión por el cambio.
El llanto a penas muestra todo lo que
sentimos al llegar a este mundo. De pronto la paz viene con el calor y
el amor de la madre que nos acoge, y entonces hay tranquilidad,
seguridad y paz. Todo en un breve tiempo. Las emociones son esa parte de
nuestros instintos que nos conduce a sobrevivir en un mundo donde
impera la ley del más fuerte, lo que no aplica necesariamente en el
entorno humano que se rige por el uso de la razón, ciñéndose a los
convencionalismos sociales y culturales.
El reto más grande
que tenemos las personas como seres individuales es dominar algo tan
natural como los impulsos que nos provocan ciertos estímulos diarios
-como el hecho de que las cosas no salgan como queremos, que perdamos
gente o cosas importantes, que sucedan imprevistos, o que ganemos algo
grande o bien, logremos una buena relación- y que podrían desatar
tremendas consecuencias por el simple hecho de no guardar nuestras
palabras o ciertas acciones que son el fruto de una emoción, pues
¿Cuántas palabras hirientes hemos dicho al calor de una riña, abriendo
heridas tan grandes que no bastan otras palabras conciliadoras para
cerrarlas? o ¿Cuántas veces, en el huracán de la alegría, tomamos
decisiones que no suelen ser las adecuadas y nos hacemos de compromisos
que no podremos cumplir?
Alguien que conoce el río de sus
emociones, deja que fluyan sus cauces, pero no permite que sean sus
rutas de navegación; puede saber cuándo es el momento de callar y dejar
que el temporal caiga libremente, y cuándo es propicio hablar desde la
serenidad que le brindan sus principios, su capacidad de análisis y
tener presente cuáles son los objetivos en su plan de viaje.
Las emociones nos recuerdan nuestra vulnerabilidad; la razón, nuestra fortaleza.
Ir al cine es toda una experiencia, pues destinamos un tiempo en
nuestra agenda y nos preparamos para que nos cuenten una historia
durante los siguientes minutos, sin cuestionar lo que veremos en la
pantalla siempre que lo que se nos presente tenga el toque especial para
sacarnos de la sala oscura y llevarnos al mundo que prometen, sea
inverosímil o no.
Es evidente que en cartelera encontramos de
todo: películas que cuentan hechos reales con un toque ficticio para
poder adaptarse al lenguaje fílmico. Hay tramas totalmente surrealistas
que también logran llevarnos a una catarsis especial. Géneros, hay
vastos: acción, suspenso, dramas, musicales, comedia, terror y horror,
por mencionar las más generales. Y sin embargo el hecho de contar una
historia que pertenezca a un género, que tenga una producción
sorprendente o un reparto glamuroso no garantiza que pueda catalogarse
como una “buena película”. Al margen de los premios que un filme pueda
recibir por parte de las diferentes academias de cine especializadas, recordemos que una película es un mensaje, así que la interpretación de su contenido por parte del espectador –proceso subjetivo por definición- es la que determina si se trata de una buena película o no.
A
propósito de la interpretación, es frecuente escuchar que los críticos
de cine se refieren a ciertos filmes como palomeros, confundiéndolos con
el adjetivo de “malo”, y no es lo mismo. Una película palomera es en
realidad una película sin mayores pretensiones que tan solo divertir, no
tocar temas catárticos sino sólo entretener. Un mal filme, en cambio, no logra establecer el pacto discursivo con el espectador –es decir, la
Renuncia Voluntaria a la Incredulidad- porque no cuidan los detalles,
porque su tratamiento es confuso y no causa ni diversión ni
entretenimiento.
Ejemplo de película palomera
Finalmente, y dado que mucho tiene que ver el
gusto y la lectura personal de las historias contadas, quien puede
determinar si se ve una mala película, una historia palomera y un gran
filme, es solamente el espectador. Lo demás va de vicio.