Sobran los motivos para la
indignación: por una parte, el incremento injustificado de las gasolinas, el
diesel y el gas LP, argumentando que el aumento no tiene que ver con la reforma
energética y asegurando que será en beneficio de los mexicanos más pobres. Por
otro lado, los saqueos a comercios por parte de grupos de choque infiltrados en
los movimientos de rechazo al incremento, a fin de desvirtuar dichos
movimientos. Se trata de una vieja estrategia aplicada por el gobierno,
aprovechada también por otros grupos políticos para empoderarse y ganar
adeptos. Ya es de conocimiento público.
Evidentemente el aumento al
impuesto aplicado a las gasolinas obedece a una mala administración ejercida
por el presente gobierno, pues los recursos que pierden por un lado los tratan
de recuperar a través de cargas impositivas por otras vías. Sin embargo
resultaría más viable y benéfico en términos sociales si en verdad el Estado
Mexicano se atreviera a llevar a cabo tres acciones básicas: reducir el número
de legisladores; bajar el sueldo a los altos mandos en el gobierno y retirar
las partidas económicas a los partidos políticos, ya que son éstos, meras
piezas en el juego de la simulación democrática que nos ha dejado sin opciones
reales para elegir.
Las marchas, los cierres
carreteros, así como de gasolineras no son medidas efectivas con las que se
puedan lograr avances. Como mencionamos antes, son pretextos para los
infiltrados. La violencia no es la salida. La legalidad si lo es. Entonces, qué
hacer para demostrarle al gobierno que no estamos de acuerdo con sus medidas,
pues bien, la legalidad misma ofrece la salida.
Existen figuras jurídicas que
podríamos usar como ciudadanos, para exigir que no se nos aplique el aumento a
las gasolinas, en lo individual: la demanda de amparo, la cual se presenta ante
un juez para exigir dicho beneficio. Cómo funciona, simple, un ciudadano normal
solicita al poder judicial un amparo para no cumplir la orden del gobierno, ya
sea porque dicha medida lo afecta en su patrimonio o por considerar que no es
viable su ejecución, el juez lo analiza y si está bien fundamentado el escrito,
el juez procederá emitiendo un fallo positivo que ordenará a las instancias correspondientes
la suspensión de la medida que origina el amparo, con lo cual el ciudadano dejará
de pagar el incremento al precio de la gasolina.
En este sentido Graphos Comunicación Creativa, cumple con su compromiso social, facilitando a nuestros
seguidores un formato para esta herramienta, a fin de que cada uno lo presente
ante un juez y logre que no se le aplique el incremento de los precios.
Para obtener el formato, solo envíanosun correo a graphoscc@gmail.com y con
gusto te lo facilitaremos.
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